Restaurante Pad Thai , un oasis en pleno providencia
Visitamos el restaurant Pad Thai ubicado en Manuel Montt 231 que, con una pequeña puerta con el nombre del restaurant afuera, uno se sorprende con la amplitud del lugar: salones, terraza y hasta una piscina. Un escape entre tanto estrés de la ciudad.
La carta variada, incluye diversos clásicos platos tailandeses, algunos chilenizados para paladares locales.
De la coctelería, probamos un Pisco Sour Thai ($3.900) que contiene pisco, goma, limón, leche de coco y albahaca, una Caipiriña Thai ($4.900) con cachaza, mezcal, miel y jengibre y una Limonada Coco ($3.900) que tiene limón, jugo de coco y zumo de naranja. El más pedido es el Pisco Sour Thai, que le da un twist al clásico pisco sour.
De entrada, probamos el ceviche Phuket ($6.400) presentado en una hoja de plátano y que tiene trozos de atún con palta, mango, cebolla morada, jengibre, lemon grass, cilantro y menta. Muy sabroso y bien presentado.
Platos principales, pedimos el clásico Pad Thai que son fideos de arroz con tofu, huevo, diente de tragón, cebollín en salsa de tamarindo con maní triturado. Ésta vez lo pedimos con camarones (uno elige qué proteína agregar) ($8.900) y un curry Kand Musaman, base de leche de coco con papas, semillas, maní triturado y albahaca. En este plato uno también elije la proteína, que decidimos por pollo ($7.900). Va acompañado de arroz. En ambos platos, nos preguntaron el nivel de picante (del 1 al 5 ouchhh).
Además encontramos una carta muy variada, con platos de autor como Rissotto, atún, ensaladas, pato, entre otros. Todos con un toque tailandés.
Para finalizar con algo dulce, decidimos el Mousse de té Matcha en chocolate blanco, con un cascarón de chocolate blanco saborizado en té, con centro de manzana verde, lemon grass y sorbet de manzana verde ($4.400). Una sorpresa con la presentación!
Además del Saté de Piña: trozos de piña salteados y bañados en reducción de leche de coco y azúcar rubia, acompañado de helado de coco vegano, decorado con chips de coco tostado y maní triturado ($4.400)
Definitivamente, un lugar para ir no solo por la comida, sino por la sorpresa del lugar: decoración acorde, tranquilidad y decoración que dan paz, especialmente en la terraza. Ojo que no tiene estacionamiento, se recomienda estacionar por las calles aledañas que tienen parquímetro.